- octubre 8, 2025
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Efectos de los cortes arancelarios de EE. UU.: cómo afectan las exportaciones latinoamericanas
Si creías que los aranceles eran cosa del pasado, en 2025 volvieron con todo y están redibujando rutas comerciales en…

Si creías que los aranceles eran cosa del pasado, en 2025 volvieron con todo y están redibujando rutas comerciales en Latinoamérica. No estoy exagerando: las nuevas políticas de EE. UU. están poniendo presión sobre lo que muchos países exportan, obligando a ajustar estrategias sobre la marcha.
Qué aranceles impondrá EE. UU. y a qué países apuntan
A comienzos de abril de 2025, Estados Unidos impuso un arancel base del 10 % a la mayoría de los productos que importaba de Latinoamérica, salvo excepciones específicas. En algunos casos el arancel llega a tasas más altas, dependiendo del país o sector, aunque varios de esos casos han sido pausados temporalmente.
Brasil, por ejemplo, ya estima que 35,9 % de sus exportaciones a EE. UU. estarán sujetas a tarifas de hasta 50 % bajo nuevas órdenes ejecutivas. Algunos sectores están más afectados que otros: el sector agroalimentario latinoamericano es uno de los más vulnerables al recorte arancelario. Además, países como Guyana o Nicaragua enfrentan tasas especiales (más allá del 10 %) según las nuevas políticas arancelarias estadounidenses.
Estos cortes arancelarios no solo afectan productos tradicionales, sino que también representan una reconfiguración de cómo EE. UU. negocia su déficit comercial y cómo “premia” o penaliza socios según sus relaciones comerciales.
Impactos visibles en Latinoamérica
1. Menor competitividad de exportaciones agrícolas
Cultivos como frutas, café, flores y otros productos agrícolas, que tienen peso grande en las exportaciones de países como Colombia, Perú, Ecuador y Brasil, pueden perder terreno cuando sus precios suben por el arancel, o bien cuando importadores estadounidenses decidan sustituir con proveedores más baratos.
2. Redirección del comercio hacia mercados alternativos
Algunas naciones latinoamericanas ya están buscando compensar la caída del mercado estadounidense con mayores ventas intra-regionales o hacia Asia/Europa. Ese “trade diversion” es una de las respuestas más inmediatas.
Un ejemplo concreto: las exportaciones de vino chileno a EE. UU. cayeron tras el arancel (de 0 a 10 % para varios productos), pero Brasil se volvió un mercado más atractivo: las exportaciones chilenas a Brasil subieron casi 10 %.
3. Aumento en costos logísticos y cadena de suministro reajustada
Los aranceles elevan costos directamente —impuesto adicional al llegar a EE. UU.— y también indirectamente: el comercio cambia rutas, las empresas reestructuran logística para evitar tasas o aprovechar zonas menos gravadas.
4. Presión sobre crecimiento económico regional
La CEPAL proyectó que la guerra arancelaria podría llevar el crecimiento regional a cerca del 2 % anual, menor de lo que se anticipaba sin estas medidas. También, instituciones como el FMI han ajustado sus estimaciones de crecimiento para América Latina, citando incertidumbres externas como los aranceles.
Sectores más afectados vs sectores con oportunidades
Sector | Riesgo principal | Oportunidad emergente |
Agricultura exportadora (frutas, café, flores) | Menor demanda de EE. UU. y precios menos competitivos | Diversificación de mercados, valor agregado, comercio intra-Latam |
Vino (Chile) | Arancel del 10 % reduce competitividad americana | Crecimiento de exportaciones a Brasil y mercados no afectados |
Manufactura ligera / bienes intermedios | Pérdida de ventaja frente a terceros países | Reinvención de cadena, acuerdos alternativos |
Energía / minerales estratégicos | Vulnerabilidad a aranceles elevados | Acuerdos bilaterales, desarrollo interno y diversificación de clientes |
Qué están haciendo países latinoamericanos
- Brasil aprobó leyes para responder con medidas comerciales si los aranceles no se negocian.
- Países agrarios enfatizan diplomacia comercial, tratando de presionar en foros multilaterales y aliarse para negociar exenciones o ajustarse colectivamente.
- También se promueven reformas estructurales internas: mejorar logística, reducir costos “caja negra”, fortalecer procesamiento local para agregar valor en origen.
- Y estrategias de comercio regional (Mercosur, Alianza del Pacífico, integración sur-sur) se vuelven más centrales.
Riesgos que aún se temen
- Que los aranceles aumenten más allá del 10 % base si las tensiones políticas persisten.
- Que EE. UU. trate de aplicar tarifas específicas sectoriales de hasta 50 %, como ya planea para algunas exportaciones brasileñas.
- Que los países pequeños o altamente dependientes del mercado estadounidense sufran más drásticamente sin capacidad de respuesta.
- Que inversiones internacionales latinas se vuelvan más cautelosas, reduciendo crecimiento, empleo y expansión productiva.
Conclusión
Los cortes arancelarios de EE. UU. en 2025 no son solo cifras abstractas: ya están tocando precios, rutas y decisiones en Latinoamérica. Para exportadores, la clave será adaptarse rápido: diversificar mercados, fortalecer cadenas locales y negociar valor agregado, no solo bajar precios.
Como lector latino, lo que esperamos es que nuestras economías no queden como espectadores, sino que actúen con agilidad diplomática y comercial. Si me preguntas, esta es una prueba de fuego para que América Latina deje de depender del destino comercial del Norte y empiece a construir su propio mapa estratégico.